lunes, 27 de abril de 2020

«Tabú» (2012), de Miguel Gomes

Argumento: empieza la película en Portugal, en la actualidad de 2012, y sale un letrero que dice «Paraíso perdido». Hay una mujer mayor, Aurora, muy enérgica e independiente, acostumbrada a hacer su voluntad, pero también algo despistada de la cabeza. Aurora fallece, pero poco antes ha mencionado a un tal Ventura, que a nadie le suena y de quien nadie sabe nada.

 
Cuando lo encuentran, Ventura es también un señor muy mayor y muy aficionado a la charla que cuenta una historia. La historia que cuenta, que también vemos, es la segunda mitad de la película, llamada sencillamente «Paraíso». Esta parte está contada como una película muda. Vemos a los personajes moverse y hablar entre ellos, pero el diálogo nunca se oye, sólo la narración en off de Ventura. Es la historia de amor entre Aurora y Ventura, más jóvenes, en África, en los años sesenta, al final de la época colonial, a espaldas del marido de ella.

 
Qué: la película abarca más cosas. Entre otras, contrapone la fea realidad y su recreación bonita e idealizada, Portugal y África, la actualidad de 2012 y los años sesenta, la memoria y su invención, los recuerdos ciertos y los fantaseados, la certeza y la nostalgia, la juventud y la decrepitud, la ilusión y su evocación.

 
Una de las muchas virtudes de la película es la mención explícita al paraíso y al paraíso perdido, porque todo en el Tabú de 2012 de Miguel Gomes homenajea a otra película. Se trata de Tabú de 1931 de F. W. Murnau, que también contaba una historia de amores difíciles y se dividía en dos partes, allí situadas al revés, paraíso y paraíso perdido.
 

De quién: en la década de los años 2010, el portugués Miguel Gomes rodó también su personalísima versión de Las mil y una noches. Una fantasía, muy libremente inspirada en la estructura del libro clásico, que se estrenó en cines en tres partes a lo largo de 2016 para hacer asimilables sus seis horas de duración.

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